MOCIÓN DEL GRUPO MUNICIPAL CIUDADANOS FUENLABRADA RELATIVA A MEDIDAS DE APOYO A LAS ECONOMÍAS ESPAÑOLAS
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La inflación está escalando a ritmos no vistos desde los años ochenta. En el último año los precios han subido nada menos que un 7,6%. Y lo que es más preocupante, se están consolidando algunas tendencias que podrían mantener los precios altos en el futuro. El primer aspecto es debido a la propia transición energética, que ahora será acelerada para acabar con la dependencia de Rusia. Este proceso tiene varios costes, desde los propios desincentivos a las energías contaminantes hasta el encarecimiento de los productos necesarios para la construcción de molinos eólicos, placas solares, conexiones, etc. El segundo es la relocalización de la producción que ya estaba sobre la mesa por la pandemia por la dependencia de terceros países y que ahora se pone más en evidencia con la guerra de Vladímir Putin. El tercero es el incremento de demanda que vivirán las economías desarrolladas con los planes de inversión pública que ya están empezando a desplegarse. Y el cuarto es el gran número de trabajadores que han abandonado el mercado laboral tras la pandemia lo que reduce la oferta de mano de obra y está encareciendo los salarios en muchos países desarrollados. Un hogar estándar cuyo nivel de gasto mensual fuese de unos 1.000 euros al mes antes de la pandemia ahora está obligado a pagar casi 70 euros más para adquirir los mismos bienes y servicios que entonces. Al final del año, esto implica un encarecimiento del coste de la vida de 800 euros. Un presupuesto que para muchos hogares supone tener que renunciar a una parte de su consumo para llegar a fin de mes. El 30% de la inflación que están soportando las familias se debe a la subida del recibo de la luz. Según el INE, el precio de la electricidad para los hogares se ha disparado un 75% en los dos últimos años. Esto significa que solo el recibo de la luz se llevaría 231 de los 800 euros de la inflación.
El encarecimiento de los costes energéticos ha terminado por trasladarse al resto de bienes y servicios. La alimentación es uno de los sectores que está trasladando rápidamente esta subida de costes. Los hogares pagan hoy el precio de los alimentos un 7,6% más caro que antes de la pandemia. La alimentación ya sufrió una primera fase inflacionista al inicio de la pandemia, cuando la demanda se concentraba básicamente en los supermercados y las farmacias. El precio del aceite y las grasas se ha disparado un 30% en los dos últimos años. La fruta también se ha encarecido. El transporte ha tomado el relevo a la electricidad como el gran culpable de la inflación. Con el precio del litro de gasolina cerca de los dos euros, llenar el depósito del coche casi se ha duplicado en el último año. La subida de los carburantes se traslada rápidamente a las empresas porque encarece bruscamente los transportes de sus bienes.a tasas del 6% interanual, cifras que no se veían desde la burbuja inmobiliaria. Esta subida es especialmente grave para las rentas bajas, ya que son quienes destinan una mayor parte de sus ingresos a la compra de alimentos.El precio de los combustibles ha reaccionado rápidamente a la subida del barril de Brent en el mercado europeo. Sin embargo, lo han hecho a un ritmo inferior al del petróleo, como ocurre habitualmente, ya que el coste del barril se traslada de forma más lenta al precio final. Así, por ejemplo, durante la pandemia el precio del petróleo se hundió casi un 60% y las gasolinas apenas cayeron un 17%. Por el contrario, desde esos mínimos el crudo se ha disparado un 255%, mientras que el precio de los combustibles en las gasolineras ha subido algo más de un 44%.En los últimos meses también está subiendo el precio de los automóviles, en este caso como consecuencia de los problemas de oferta por el desabastecimiento.
El encarecimiento de las materias primas también se contagia a otras industrias. Es el caso, por ejemplo, de los muebles, que se han encarecido un 9% en los dos últimos años. Los hogares también han invertido en mejorar su equipación doméstica durante la pandemia, lo que ha provocado una elevada demanda de muebles y otros aparatos eléctricos.La evolución de la inflación en los próximos meses es una gran incógnita, ya que hay dos fuerzas contrapuestas que ya se están enfrentando. Una es la guerra, que genera grandes presiones inflacionistas a través de la energía y las materias primas. La otra es el ‘efecto base’: la inflación subió tan rápido en 2021 que tiende a moderar las tasas interanuales este año. Por ejemplo, en marzo y abril de 2021 los precios subieron más de un 1% cada mes, una cifra alta que sólo se repetirá si las tensiones de precios son muy intensas.El resultado de esta contienda será muy relevante, ya que si la inflación se mantiene persistentemente alta durante todo el año generará una pérdida de poder adquisitivo.
Por todo ello, el Grupo Municipal Ciudadanos Fuenlabrada presenta al Pleno para su debate y aprobación de los siguientes
ACUERDOS
Instar al Gobierno de España a:
- Ajustar la tarifa del IRPF a la inffación.
- Bajar los impuestos sobre los combustibles.
- Prorrogar, hasta final de año al menos, el IVA reducido en la energía eléctrica.
- Convocar la Mesa por la Energía para buscar soluciones a medio plazo.